¿Será por su encanto? ¿O porque todavía no me di cuenta de que no me gusta? ¿O es que me encanta y me da pánico pensar en el más allá, en el cómo?
No sé el motivo, pero no puedo imaginarla eróticamente. Sólo quiero abrazarla, toda la noche si es posible, y quiero tener su pelo debajo de mi nariz, escucharla respirar encima de mi pecho, y acariciarle la cabeza para que duerma en paz. Quiero abrazarla fuerte y cagar a piñas al que la quiera molestar.
Todo mientras seguimos siendo amigos, todo mientras desconozco el sabor de su boca.
Quizá si expreso mi atracción por otra enfrente de ella le llamo la atención y se la juega, quizá así origino un lance, o quizá mejor invento alguna excusa para verla de nuevo... Pero ya no tengo ganas, no quiero idear estrategias: la única forma de que salga algo bueno con ella (amistad u onda) es que lo que sea sea genuino, orgánico.
Quiero dormir con vos de nuevo. Quiero enamorarme otra vez de vos, como cuando estabas acostada al lado mío, arreglando la cama, y yo estaba mirando el tornillo fijamente, entendiendo lo cerca que estaba el peligro de embobarme mirándote.
Quiero abrazarte toda la noche. Es lo único que sé.