sábado, 27 de enero de 2024

El oficio de asesino

            Siempre vas a seguir vivo si así te recuerdo. 

            Como somos desconocidos, el ver tus respuestas, el escuchar tu voz te mantendrá en el presente, como si hablaras acá, como ver el "That one night" de Megadeth y decir "así está Mustaine ahora".

            La realidad está creada por nuestra percepción, la negación es nuestra anteojera que oculta de nuestra vista lo que nos mata, lo que nos destruye, y es tan difícil entender que moriste que prefiero entender tu voz como un pedazo tuyo todavía vivo atrapado en una caja, como el locutor encerrado en el parlante de la radio.

            
            La muerte biológica, que entiende de 0 o 1, de vida o muerte; la muerte psicológica, que entiende que alguien está muerto sólo cuando así lo quiere, que considera a alguien vivo solo si su respiración no va a impedirte dormir por la noche.

            
            Me pregunto si asesinar a las caras que me duelen es lo correcto, o si simplemente cada puñalada, cada balazo al corazón ajeno es un ladrillo que me deja solo y atrofiando mis defensas, creyéndome más protegido cuando cada vez estoy más vulnerable. Porque claro, me relajo pensando que moriste porque ya no estás ni sé nada de vos, pero cuando aparecés desintegrás la pared que interpuse y mi neurosis se encarga de imaginar toda tu vida hasta acá a una velocidad supersónica.

            Te mato por mi bien, pero notar que sobreviviste me hace peor. Y no sé si matarte fue lo correcto o si tenía que tolerar tu existencia, dejarte respirar al lado mío o echarte de mi mente a las puteadas en vez de que simplemente me veas esfumarme cuando en realidad me desintegré.

            Es que ya vendí mi dignidad, el tiempo solo me vuelve miserable; en el llano, en la tierra fértil, crecen los recuerdos no superados. Si me quedo mirando la alfombra veo cómo brotan raíces de los recuerdos que tiré abajo de ella.

            Y no puedo hacer más que pensarte, que rendirte culto o resucitarte, en estos momentos en que me pregunto cuán vivo estoy.


viernes, 19 de enero de 2024

Duelo del narcisismo

Un mundo entero que se cierra
Un mundo entero al natural
Cómo le cuesta a todo el mundo
Aceptar el mal mundial
Un mundo entero que rechaza
Un mundo entero de pasión
Un mundo entero que no existe
Un mundo en mí que no soy yo

Quizá el todo esté cambiado
Porque del todo no entendí
Y como el mundo lo exigía
Creí que todo sería así
Y todo paso era en vano
Porque no es lo que yo ví
Oí decir "no hay imposibles"
Y como un tonto lo creí

Hoy se cierran muchas puertas
El todo inmenso que no es tal
Pasé de un mundo a lo mío
Es lo único que cambiará
Y por un día fue tragedia
No subirse al pedestal
Al otro día fue hermoso
Tener mis brazos sin golpear

Un mundo eterno, abrumante
Nos arruina la emoción
Nos desparrama en cada instante
Nos rebalsa cada opción
Te parece desgraciado
Achicar la habitación?
Cuando te toque ordenarla
Veras que es mucho mejor

La pronta huida

No me permitiría nunca
Naturalizar esta belleza
Siempre estuvo en mi cabeza
A la ciudad mi mente apunta

Y como voy para ese lado
Me gusta dormir en la mora
Ver volar a las palomas
Y a los gorriones anidados

Oír cantar al venteveo
En un cielo celeste y llano
El sauce que se sacude en vano
El verde en todo lo que veo

Guardo pedacitos de cielo
De pasto, perros y un colibrí
Para que cuando me rodee el gris
Mis recuerdos lo pinten entero

Zanahoria

          Si tuviera los huevos de transcribir las historias que me invento y hacerme cargo de ellas estaría siendo, al menos, un poco recon...