El deseo no quiere ser alcanzado. Aunque en realidad el inconciente no quiere que lo alcancemos. Alcanzarlo es la nada, el vacío. Los perros alcanzan su deseo todo el tiempo, y su día a día es una mera transición rutinaria. Aunque en realidad, a fines teóricos, los perros no tienen deseo por no tener inconciente ni lenguaje."
A todo esto lo paso por escrito porque el saberlo y no hacer nada al respecto es un martirio. Me encantaría ser como mi gata, tener simplemente necesidades fisiológicas como los PJ del Sims 1, para poder jugar a los jueguitos todo el día, pero acá estoy: llorando por lo que quiero y no hago.
Los días son eternos, pero los años se pasan volando.
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